Qué Es La Ética Profesional: Definición, Características Y Para Qué Sirve!

La ética es una rama de la filosofía que se trata del bien y del mal, de lo que la sociedad considera correcto e incorrecto. Quédate hasta el final y aprende aquí qué es la ética profesional, para qué sirve, cuáles son sus características los valores y ejemplos.
En muchas ocasione escuchamos a personas hablar de ética profesional, pero no todos saben exactamente la definición ni el concepto de tales palabras. Aquí te vamos a decir con ejemplos y detalles.
¿Qué es la ética profesional y para qué sirve?

La ética profesional es el conjunto de normas morales que los individuos deben seguir cuando se dedican a cualquier actividad.
¿Para qué sirve? Pues, la finalidad de la ética es garantizar la coexistencia pacífica dentro de las comunidades. Esta idea también puede aplicarse a las relaciones dentro de las empresas y entre tal empresa y la sociedad en la que opera. Es la ética la que define los códigos de conducta aceptables para lograr el bien común, incluso en el entorno empresarial.
¿Cuál es la importancia de la ética profesional?
En el caso del individuo que ejerce una profesión, la primera ventaja de actuar siguiendo parámetros éticos es tener la seguridad de tener la conciencia tranquila. Esto proporciona la certeza de que la conducta de uno es correcta y no perjudica a otras personas.
Desde el punto de vista de las empresas, el respeto de la ética profesional garantiza, en primer lugar, un ambiente de trabajo armonioso, que se refleja en el nivel de compromiso y satisfacción de los empleados. Este clima amistoso mejora el rendimiento del equipo, lo que conduce a una mayor productividad y al desarrollo de la empresa en su conjunto.
El desempeño ético de una empresa también afecta a la imagen que la organización proyecta entre sus clientes, socios y proveedores, y es una ventaja frente a la competencia en una sociedad cada vez más atenta a la noción de responsabilidad social.
¿Qué es un código ético profesional?
En su definición genérica, la ética no siempre se traduce en leyes y otras normas formales y obligatorias. Sin embargo, la deontología profesional suele regirse por códigos de conducta y estatutos específicos, creados por los consejos de representación profesional.
Estos reglamentos, a veces llamados "códigos deontológicos", normalizan el ejercicio de la profesión, sus procedimientos y la conducta a seguir. El objetivo es garantizar la seguridad de los profesionales, los usuarios de los servicios y la propia sociedad.
La aplicación de los códigos deontológicos suele ser inspeccionada por los propios consejos que los crearon, y los profesionales que no respetan los principios morales de su categoría pueden ser sancionados.
Un ejemplo de estas normas es el Código de Ética Profesional del Contable (CEPC), aprobado por la resolución 803/1996 del Consejo Federal de Contabilidad de Brasil. Los psicólogos, los médicos, los enfermeros, los abogados y los administradores, entre otros profesionales, también se rigen por su propia normativa.
Ética profesional en el entorno empresarial

Además del código deontológico de su categoría, un profesional también puede estar sujeto a las normas de la empresa para la que trabaja. El Código Ético Organizacional es el conjunto de normas creadas por algunas organizaciones y que deben ser cumplidas por todos los empleados.
La función del Código Ético es garantizar la consecución de los objetivos de la empresa y proporcionar la normalización de los procedimientos de trabajo. Así, es posible construir un entorno respetuoso, dejando claras las normas de conducta compatibles con los valores de la empresa.
Para funcionar bien, los códigos de conducta de las organizaciones deben tener en cuenta la especificidad de la actividad de la empresa, buscando ejemplos en el día a día para su aplicación. Además, la normativa debe estar claramente redactada y a disposición de todos.
Las empresas suelen disponer de mecanismos para garantizar el cumplimiento de estas normas, tanto recompensas por los buenos ejemplos como castigos por los comportamientos poco éticos.
Ejemplos de prácticas éticas en el trabajo
Incluso en las empresas que no tienen un código de conducta ética, hay parámetros de comportamiento que deben ser tenidos en cuenta por todos los profesionales. Estos principios se basan en el sentido común, es decir, en los valores que guían a la sociedad en su conjunto.
Un ejemplo es la honestidad. Un profesional ético es aquel que dice la verdad. Obtener un certificado médico falso para faltar al trabajo o trasladar la culpa de un error a otra persona son conductas que perjudican este valor.
También se espera de cualquier profesional una actitud de respeto hacia los compañeros y la jerarquía. El profesional ético no cotillea, no intenta engañar a otro empleado y no trata a sus colegas con arrogancia. En el caso de un jefe, se espera que las críticas se hagan de forma educada, sin libertinaje ni humillación.
También es necesario que todos separen sus relaciones profesionales de las personales. Los empleados deben ser reconocidos o criticados sólo en función de su rendimiento y competencia. El ejercicio responsable de la función debe estar por encima de cualquier ventaja personal. Aceptar un regalo de un proveedor a cambio de cerrar un contrato, por ejemplo, no es una actitud ética.
Valores de ética profesional

Ya que sabes qué es la ética profesional debes saber que, observar la ética profesional también es importante en términos de carrera. Además de la competencia en el ejercicio de sus funciones, las empresas valoran a los empleados que tienen un comportamiento ético y ejemplar.
Otros ejemplos de valores sociales que deben reflejarse en la conducta profesional son:
- La responsabilidad
- La transparencia
- La competencia
- El compromiso
- La humildad
Así, valores de ética profesional como: la honestidad, la humildad y el respeto a los demás son aliados de quienes quieren destacar en el trabajo y ganarse la admiración de jefes y compañeros.
Deja una respuesta